¿Qué causa la fascitis plantar?

No importa si te levantas con el pie derecho o el izquierdo, si los primeros pasos del día vienen acompañados de un dolor punzante en el talón, puede que estés lidiando con fascitis plantar. Esta es la causa más común de dolor en el talón, y una de las molestias ortopédicas más frecuentes en el pie.

¿Qué es la fascitis plantar y qué la causa?

La fascia plantar es una banda de tejido conectivo que va desde el talón hasta la parte delantera del pie, pasando por el arco y los dedos.

Esta fascia es elástica y mantiene unidos los huesos del pie para formar el arco. Actúa como un amortiguador —y por eso, con el tiempo o con mucha actividad física o de pie, puede desgastarse bastante.

“La fascitis plantar es una inflamación dolorosa en el origen de la fascia plantar— normalmente causada por microdesgarros”, explica la Dra. Stephanie S. Gardner, cirujana ortopédica de pie y tobillo del Hospital Houston Methodist.

“Las personas suelen describir dolor en el talón. Generalmente es peor por la mañana con los primeros pasos o después de descansar, pero también puede empeorar al final del día tras mucha actividad”.

¿Quién sufre de fascitis plantar?

Aunque puede doler bastante, normalmente se trata de un problema temporal. Es común en personas deportistas y en quienes están aumentando su nivel de actividad física, como los que retoman el ejercicio tras una lesión o una pausa larga, o quienes están entrenando para carreras largas.

Si trabajas en una oficina, tampoco estás libre: pasar mucho tiempo sentado o caminar descalzo muy seguido también puede desencadenar ese dolor de talón.

“Todo tipo de pies pueden desarrollar fascitis plantar”, afirma la Dra. Gardner. “La mayoría de las personas llegan con rigidez en las pantorrillas”.

Tratamientos para la fascitis plantar

Según la Dra. Gardner, esta condición sí requiere tratamiento, pero por suerte, en la mayoría de los casos no hace falta cirugía.

“La mayoría de las veces, con tratamiento conservador como estiramientos de la pantorrilla y de la fascia plantar, masajes, aplicación de hielo en el arco del pie usando una botella de agua congelada y rodándola con las plantas, usar zapatos con buen soporte, es suficiente”, comenta. “Pero hay que hacer ese tratamiento, porque no suele irse solo”.

Descansar y hacer una pausa en los ejercicios de alta intensidad es esencial para sanar. Si eres una persona activa que no quiere parar del todo, lo mejor es optar por ejercicios de bajo impacto como bicicleta o natación, para evitar movimientos que fuercen la fascia plantar.

Vendarse no es suficiente para tratar la fascitis plantar. Sin embargo, el médico podría sugerir el uso de una férula nocturna para empezar a aliviar el dolor desde la mañana.

“Yo recomiendo la férula, que es como una calceta o soporte que se usa durante la noche y mantiene el pie estirado”, explica la doctora.

“Y es muy importante usar zapatos con buen soporte, como tenis deportivos. Hay que evitar zapatos delgados o sin soporte, como las chanclas. Estar descalzo por mucho tiempo también puede empeorar el dolor”.

La fisioterapia también puede ser una opción

Si el dolor persiste, puede recomendarse fisioterapia. También existen tratamientos no quirúrgicos como la reparación ultrasónica del tejido, las inyecciones de cortisona o de plasma rico en plaquetas, y la terapia de ondas de choque. Pero según la Dra. Gardner, en el 90% de los casos, el enfoque conservador logra aliviar el dolor.

“La mayoría de las veces no se necesita cirugía”, afirma. “Hay una cirugía en la que se corta parte de la fascia para liberar la tensión”.

Ese procedimiento, llamado liberación parcial de la fascia plantar, solo se recomienda si los síntomas siguen después de 12 meses de tratamiento continuo.

¿Se puede prevenir la fascitis plantar?

La verdad es que cualquiera puede desarrollar fascitis plantar, y el riesgo aumenta después de los 40 años. Además, si ya tuviste ese dolor típico en el talón antes, es más probable que vuelva a aparecer.

La especialista del Hospital Houston Methodist destaca que el estiramiento es el hábito número uno que deberías incorporar en tu rutina diaria para prevenirla.

“Estira la pantorrilla, estira la fascia plantar —esa es probablemente la mejor forma de evitar que se desarrolle”, asegura. “Es especialmente importante para quienes tienen las pantorrillas tensas”.

Usar zapatos con soporte, sobre todo si tienes pies planos o arcos muy pronunciados, también puede ayudar a evitar que aparezca el dolor. Las plantillas ortopédicas también pueden hacer que los zapatos de moda sean más amigables con tu fascia.

Además, incluye descansos, calentamientos y estiramientos al final de tus rutinas de ejercicio para prevenir dolores que puedan quedarse. Si vas a empezar con una actividad nueva o un deporte distinto, hazlo poco a poco y aumenta la intensidad gradualmente.

Y si sigues usando ese par de tenis viejos que ya vieron mejores días, considera comprar unos nuevos.

La estructura interna de los zapatos se desgasta mucho antes de que se note por fuera o en la suela, y eso puede aumentar el riesgo de problemas en los pies y tobillos.

6 de marzo del 2025